AGUA DE LUZ PARA EL PALACIO LILA DEL OTORGAMIENTO Unos pasos laten de amor. La llama interna se pone dulce en mi voz. Allá, lejos, en la lluvia, el perfume de la pantalla crea un nuevo silencio. Un lugar habla y se oye en un hilo de unión. Canta con el rostro asomado a su cuenco vacío. Seguramente vendrá ausente la presencia de la vida. El olvido es un jardín para la mente. Tanto estoy al otro lado que me confundo dentro mí. Es preciso sacar la ausencia del sonido de las lágrimas. El otoño se vacía. Es un animal pequeño. La noche ama a su prójimo como a sí misma.