LA BATALLA POR EL EDÉN: DÉCIMO NOVENO LLAMADO

Una voz robando besos clandestinos dos oxígenos cruzan el cielo del paladar las salivas se sitúan como hojas antes que las partan los vocablos el sexo ríe recibiendo todo ese placer ello no es más que un trébol roto dos miradas se descubren en la estrella más chiquitita de un orgasmo muere uno nace el otro y el alma mira desde su rincón soleado hay sombras que brillan al interior de una vagina desde una lumbre pálida recogen sus gotas mojadas en un mar salino el semen asoma sus banderines colorados aquella mujer tiene las uñas comidas los sueños se ponen sus cintillos las pupilas se llenan de polen todos saben que la soledad maúlla.